En la Constitución Ecuatoriana del 2008 se hicieron avances respecto al reconocimiento y gestión cultural en varios ámbitos, como el educativo. El proyecto de la Revolución Ciudadana proponía transversalizar la interculturalidad en todo el sistema educativo, garantizar y fortalecer el bilingüismo en la educación indígena, y garantizar el aprendizaje de una lengua indígena de para todos. Presentaba una visión renovada de la interculturalidad y recuperaba varias de las demandas de organizaciones indígenas y de académicos de la región. También promulgaba directrices para el diseño curricular y para el proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula. Asimismo, planteaba trabajar la interculturalidad de manera diferenciada.
Se realizaron tres reformas del currículo que evidenciaban esfuerzos por incluir la interculturalidad. Sin embargo, la formación de maestros sigue siendo un tema marginal, no se aprovecharon los avances curriculares y no se ha fomentado el aprendizaje gradual de lenguas indígenas. La educación indígena sufre retrocesos, pues ninguna de las reformas consideraba las particularidades de esta población, los textos en castellano no reflejan la realidad de los estudiantes, los docentes impartían las clases de idioma y existían fuertes vacíos en la formación de la interculturalidad.
Hay varios factores que explican las limitaciones en la concreción de este proyecto, entre ellos la resistencia de varias personas ante la interculturalidad. El modelo de gestión técnico racional no es lo apropiado--se necesita pensar en otros modelos: la interculturalidad no se da solamente por decreto.