En el 2006, Bolivia se refundó como un estado plurinacional, donde el 41% de su población se identificaba como indígena hasta el censo en el 2012. Existen 36 lenguas indígenas registradas, pese a que muchas no han sido oficialmente verificadas como vivas; el aymaya y el quechua son las lenguas indígenas más habladas en el país. Un 20% se encuentran en estado vulnerable, es decir lenguas cuya transmisión lingüística no está garantizada; el 23% se encuentran en peligro, lo que significa que hay riesgo de que ya no sean transmitidas a las siguientes generaciones, y el resto de las lenguas ya se encuentran en situación crítica e incluso hay tres consideradas actualmente como muertas. Las leyes, en el papel, promueven el uso y difusión de estas lenguas; sin embargo, el cumplimiento de las mismas es nulo.
